Hoy nos apetece reflexionar sobre cómo nuestras decisiones marcan el camino sostenible como consumidores, productores y distribuidores. Con nuestras decisiones podemos ayudar a contribuir a la mejora del medio ambiente.
¡Tenemos más poder del que creemos!
Sabemos que muchas veces es complicado, ya sea porque nos metemos en una rutina de la cual es difícil salir, o porque tenemos tanta información sobre el tema que no sabemos ni por dónde empezar. Vosotros tenéis poder como consumidores, demandando y eligiendo comprar en empresas acordes con valores sostenibles y que contribuyan a la mejora de la sociedad. Nosotros, como entidades, también debemos tener iniciativa en este tema y ponerlo fácil.
Como también sabéis, los detalles son los que marcan la diferencia, y con pequeños gestos del día a día podemos contribuir mucho más de lo que pensamos:
- Compra lo necesario: si tiras alimentos, aparte de ser un desperdicio totalmente evitable, no solo estás arrojando a la basura ese alimento, sino todo lo que este tiene detrás, es decir, su producción, el transporte utilizado, el tiempo invertido, la energía y maquinaria necesaria, etc. Para evitarlo, la clave está en ser organizados, comprando la comida justa que sabes vas a consumir y, por ejemplo, congelando alimentos antes de su fecha de caducidad.
- Recicla: y para ello, tan importante es separar los desperdicios en orgánico, plástico, cartón, etc. como comprar productos que utilicen materiales sostenibles. En nuestro caso, tanto el cartonaje, papel de las etiquetas o cajas y maderas que empleamos, tienen el sello FSC. Esto significa que estos materiales tienen un certificado que acredita que la madera con la que está hecho el producto proviene de bosques gestionados según los criterios del Consejo de Administración Forestal (incluyendo medidas de gestión sostenible del bosque en los aspectos ecológicos, sociales y económicos), una de las soluciones más honradas para el manejo forestal sostenible.
- Reutiliza: dale una segunda vida a las cosas que compras, ¡solo tienes que echarle imaginación! Y si no se te ocurre nada, te damos unas ideas de cómo reutilizar algunos packs de productos Camino Mitad: puedes lavar los botes de miel y utilizarlos como recipientes donde guardar los frutos secos, usarlos como vasos para smoothies, para guardar salsas de tomate caseras, pan rallado… O puedes usar nuestras cajas tanto como para almacenar cosas, como para cestas de picnic. ¡Hay infinitas opciones!
- Compra consciente: el poder de elección que tenemos como consumidores es un superpoder que debemos poner en práctica. Elegir la fruta sin envases de plástico, la verdura con origen en España o el agua en envases de cartón reciclable, son ejemplos de acciones que forman parte de la solución.
- Compra local: como ya hemos comentado en artículos anteriores, al consumir local, aparte de estar beneficiando a tu comunidad, evitas comprar productos con procedencia extranjera y damos valor a lo que producimos localmente. Lo más fácil en estos casos es fijarse en las etiquetas; ¿quién lo produce? ¿quién lo distribuye?.
- Constancia: eso sí, de poco sirve todo esto si no lo adoptamos como un hábito y como una nueva forma de vida, más sana para la tierra y para los que vivimos en ella.
Pero, como hemos dicho antes, el peso de todo esto no está solo en el consumidor, sino que las entidades y pequeños comercios también debemos ponernos las pilas y contribuir lo máximo posible. Nosotros, como ya sabéis, apostamos por los productos locales y de la mano de pequeños productores y es lo que encontraréis en nuestra tienda, productos que sabemos que son frescos, de mínimo recorrido y que conocemos los procesos de producción de cada uno.
Las cifras que los expertos nos dan cuando hablan de medio ambiente son realmente preocupantes y nosotros podemos aportar nuestro granito de arena: conocemos los problemas, somos conscientes de ellos y podemos ayudar a la solución. Así que empecemos a actuar, como consumidores y como entidades, eligiendo lo mejor para el planeta, porque son los pequeños detalles los que marcan la diferencia.