La alegría azagresa, como la de los riberos y navarros en general, se desborda durante la semana de sus Fiestas Patronales. Podría decirse que en cada localidad de nuestra tierra tienen lugar unos pequeños sanfermines, como puede apreciarse a simple vista por el tradicional atuendo blanco y rojo que todo el mundo exhibe con orgullo y espontaneidad.
Quien se acerque a Azagra el 7 de septiembre –día del chupinazo en el que, como diría Hemingway, la Fiesta estalla– comprobará a las doce del mediodía el jolgorio incontenible de la gente más joven y, ya al atardecer, quedará admirado ante el fervor de todo el pueblo por su Virgen del Olmo, que se desborda en el acto sencillo y entrañable de La Bajada, el descenso de la imagen de la Patrona, una preciosa talla gótica de comienzos del siglo XIV, desde su Basílica a la Iglesia Parroquial.

Podrá asistir asimismo a la emocionante Procesión y Misa Navarra del día ocho y, a partir de ahí, concluidos los actos religiosos más solemnes, vivir la Fiesta en toda su intensidad: bullicio, música, charangas, gigantes y cabezudos, pasacalles, bailes, contacto social, buen comer y mejor beber y, sobre todo, vacas, muchas vacas. Los encierros de Azagra, de gran poder de convocatoria en toda la comarca, constituyen el ingrediente esencial de las Fiestas, de modo que, hoy por hoy, resulta imposible concebirlas sin la presencia de las reses bravas por las calles más céntricas del pueblo.
Acudir a las Fiestas de Azagra y sumergirse a fondo en ellas resulta una excelente oportunidad para deshacerse de la tensión y de las preocupaciones cotidianas, para confraternizar y fomentar la amistad. Solo que, debido a las especiales circunstancias que este año nos toca vivir, a causa de la pandemia del coronavirus, habrá que aplazar la estimulante y atractiva experiencia para otra ocasión. Por ejemplo, en septiembre de 2021 sin ir más lejos, si para entonces –y esperemos que así sea– hemos conseguido recuperar una normalidad sin adjetivos.
… bullicio, música, charangas, gigantes y cabezudos, pasacalles, bailes, contacto social, buen comer y mejor beber y, sobre todo, vacas, muchas vacas.